Estaban todos reunidos alrededor de la tumba, donde en breves sería enterrado el
ataúd. Nadie lloraba pero los rostros eran de pesadumbre, caras largas,
adecuadas dadas las circunstancias. Sin duda se trataba de un funeral. Había unas veinte personas reunidas en círculo rodeando la sepultura y una de ellas, algo más cerca, daba lo que parecía el discurso antes de echar mano a las palas,
exaltando al muerto.
-Fue un hombre trabajador, amigo de sus amigos, un gran...-iba diciendo en su
habitual coloquio el sacerdote que oficiaba el funeral.
-¡Un momento! ¿Amigo de sus amigos? ¿Pero qué mierda es eso?
-Perdone esto es un rito fúnebre, podría...
-Ya sé que es un funeral, muchas gracias. Lo que no entiendo es como tiene los
cojones de decir amigo de sus amigos. Hasta el mayor hijo de puta es amigo de
sus amigos. Si tienes amigos, por pocos que sean, serán tus amigos ¿no? Ya sé
que están aquí para honrar al muerto y decir cosas bonitas de él pero por favor,
puestos a inventar mentiras sean más originales. Además vista la cantidad de
gente aquí tampoco tenía muchos amigos ¿verdad?
-¿Se puede saber quién es usted?
-Yo soy el que lo mató.
-¿Qué ha dicho?
-Que lo mató él.
-Está loco
-Escuche este hombre murió de causas naturales, nadie lo mató.
-Eso es lo que dijeron en la autopsia ¿no? De lo contrario no habría hecho bien mi
trabajo.
-Voy a llamar a la policía. Que se lleven a este payaso.
-Eso, llame y diga que en el funeral de su amigo está el que lo asesinó. Seguro
que se lo toman muy enserio.
-¿Se puede saber qué ha venido a hacer aquí?
-A comprobar que todo ha salido bien.
-Este tío está chalado. Haga el favor de largarse se lo digo por última vez.
-Venga ya, yo al menos soy sincero. Estáis todos aquí, fingiendo, dando muestras
de tristeza por la muerte de un hombre al que ni llegasteis a conocer. Vuestras
razones tendréis supongo, sea por apariencias o por el dinero de la herencia. Pero
ahora que estamos solos, que él ya no está, ¿Por qué no le dicen lo que no se
atrevieron en su día? No me creo que no les quedara nada por decirle. Escúpanle
a la tumba.
-Ya está bien, voy a llamar.-repitió el cura.
-Espérese. Este loco tiene razón. Fue un hijo de puta y todos lo sabéis. A muchos
de los que estamos aquí nos amargó la vida por mucho que lo quisiéramos, y se
fue si pedir perdón ni permiso.
Un leve murmullo de aprobación se escampó entre los pocos presentes mientras el
cura se escandalizaba por lo que veía. La mujer que había dicho estas últimas
palabras se acercó al ataúd, escupió y se fue dirección al aparcamiento. Uno a
uno el resto de asistentes repitió el ceremonial, hasta que quedó solo el cura, incapaz de pronunciar palabra, junto al hombre que había empezado aquella
locura.
- ¿Se puede saber quién es usted y a qué ha venido?- dijo al fin el sacerdote.
- Tan sólo quería comprobar una cosa.
- ¿Qué?
- Que me enterraban como merecía.
Descripción del blog
Combinación de escritos e imágenes, palabras y esbozos, o, al fin y al cabo, letras y trazos. Textos variados con sus respectivos dibujos de aquello que evocan. Aquí encontraréis aproximadamente cada semana una dosis de ideas y sensaciones, un intento de transmitir nuestra visión de la realidad, o de hecho, nuestra ficción.
Páginas
domingo, 30 de marzo de 2014
domingo, 16 de marzo de 2014
(d)escribir
Me gustaría (d)escribirte. Tu pelo oscuro y liso, tu nariz aguileña y discreta. Tus ojos como pozos de agua turbia y profunda. Tus orejas (¿Por qué ya nadie habla de las orejas?) curvas, suaves, con el lóbulo pegado y pidiendo a gritos (¿Cómo coño grita una oreja?) que las coman. Y los labios, papel de fumar, liados con mimo (fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor). Y entonces viene piel y más piel con pliegues y olas, eres (a)mar y yo me ahogo.
domingo, 9 de marzo de 2014
Ver y sentir
Seguimos con las dobles interpretaciones de los dibujos. La primera fue en la que se inspiró el dibujo, y la segunda se inspiró en él.
¿Cuál de ellas os remite más a la imagen?
¿Cuál de ellas os remite más a la imagen?
"Llevo ya tanto
tiempo aquí. Sé que es por tu culpa, hablaste con ellos y desde entonces estas
cuatro paredes. Supongo que por eso vienes a visitarme, porque te sientes
culpable. Vienes siempre los lunes, dicen que la rutina me va bien, aunque no
me importaría que vinieras también los martes, o los miércoles. Me gustaría que
vinieras cuando quisieras y no sólo los lunes. Nunca me hablas de esto, ni de dónde
estoy. No hablas más que del pasado y de lo que fuimos. De todo lo que hicimos.
Te repites con la historia del río que tanto te gusta contar. A mí no me importa,
los días aquí son aburridos y es una buena historia.
Ojalá pudiéramos volver allí, aunque los médicos no parece que quieran dejarme ir.
Yo sé que no estoy bien, tampoco te culpo a ti, pero empiezo a cansarme de este
lugar. Aunque sé que fuera todo debe ser ya diferente. He hablado con los
médicos de ti, de lo bien que me van tus visitas y si sería posible que vinieras
más a menudo. Ellos ponen cara de pena y dicen que eso no está en sus manos. Me
preguntan de qué hablamos y si recuerdo la última vez que te vi antes de todo
esto. Entonces hago un esfuerzo e intento recordar. Recuerdo gritos. Recuerdo
que estaba enfadado. Tú te caías al suelo y no te movías, como si te hicieras
la muerta. Yo intentaba levantarte... yo estaba manchado y tú tenías un rasguño...
Yo un cuchillo... ¿La última vez que la vi doctor? Creo que ayer,
lunes."
"Eran ojos profundos, ojos laguna. Ojos donde
perderse sin ganas de volver. Se asomaba a su abismo y con el vértigo se dejaba
caer. Se sumergía en su iris ponzoñoso, arenas movedizas, y dentro no
encontraba más que lodo. Se le entorpecía avanzar, una maraña de pensamientos
le impedía seguir. Sentía la pesadez dentro de la cabeza. Sentía el miedo que
escondía detrás de las pupilas. Sentía los deseos que se escurrían entre lágrimas de tanto esperar.
Eran ojos libro. Ojos donde estaba escrito, en cada
surco y en cada hebra de color oscuro, todo lo que habían visto. Así contaban
su historia, a través del reflejo del pasado, que en lugar de pasar se había
impregnado en aquellos ojos como si fueran una película fotosensible, y ahora
cargaban todo aquello en cada parpadeo. Contaban una historia triste, un cuento
sin moraleja.
Eran ojos que hablaban, ojos boca; ojos que
escuchaban, ojos oreja; ojos que olían, ojos nariz. Eran ojos mano, pies,
cabeza. Ojos corazón, que ven y sienten.
Todo eso eran y veía cada vez que se asomaba a un espejo y se
miraba a esos ojos que eran suyos y le contaban tanto, y que por eso temía tanto. A los ojos y al espejo."
domingo, 2 de marzo de 2014
Dónde viven los sueños
¿Alguien sabe dónde viven los sueños?
¿Dónde se esconden los más oscuros deseos?
¿Dónde puedo encontrar mi esperanza?
¿Dónde me dejé la última promesa?
Están más allá del camino
donde se cruzan las miradas de viejos desconocidos.
Allí donde cayeron los besos que nunca se dieron
las parejas de los cuentos.
Y aunque busque en los recodos escondidos de la vida
Por mucho que mire en cada calle, cada esquina,
nunca encontraré el barrio de la Alegría,
sé que moriré en esta calle Melancolía.
¿Alguien sabe dónde duermen las sonrisas?
¿Dónde caen las miradas perdidas?
¿Dónde perdí las cenizas de tu recuerdo?
¿Dónde te dí el último beso?
Están en el viejo andén
donde quedan los que perdieron el último tren.
Allí donde murieron las perdices
de los finales felices.
Y aunque busque en los recodos escondidos de la vida.
Por mucho que mire en cada calle, cada esquina,
nunca encontraré el barrio de la Alegría,
sé que moriré en esta calle Melancolía.
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